Beata Gertrudis, testigo de la fe
- FMMDP
- 11 sept 2018
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Llegó el día señalado, para desplazarnos a Cerezales del Condado (León), pueblo natal de nuestra hermana mártir y beata Gertrudis Llamazares Fernández.
Con el pueblo que la vio nacer y la parroquia en la que nació a la fe, celebramos una emotiva Eucaristía de Acción de Gracias.
El templo parroquial repleto: tres familiares, sesenta y cinco FMMDP, laicos de la familia y muchas personas del pueblo y del entorno.
El misterio de la grandeza de Dios, se hizo presente en Cerezales del Condado, al recordar después de casi 150 años, a alguien que nació y creció entre la gente de este pueblo, que vivió en una familia sencilla y humilde, y en esta comunidad parroquial aprendió lo importante que es el trabajo, la generosidad, la valentía, y la riqueza de la fe.
En este pueblo, la Beata Gertrudis forjó un gran pilar para vivir posteriormente el lema de María Ana Mogas, “Caridad, Caridad verdadera, Amor y Sacrificio”. Un Amor y Sacrificio que la llevó al martirio y a dar la vida por la fe en Jesucristo.
En el momento del Gloria, quedó entronizado junto a la pila bautismal un cuadro de la Beata Gertrudis Llamazares Fernández, porque:
“Sólo Dios es digno de gloria y alabanza. Pero la gloria de Dios, se manifiesta en nosotros, sus hijos, cuando nuestra vida refleja el Ser de Dios. Y la gloria de Dios, se manifiesta en la vida de los mártires. Y la gloria de Dios, se manifiesta en la vida y muerte de la mártir Gertrudis”.
Eucaristía donde volvieron a resonar los himnos del día de la Beatificación en Tarragona: Semillas de paz y Fijaron los ojos en Cristo.
Eucaristía con una homilía elocuente y llena de mensajes.
Eucaristía cargada de símbolos, como el del final en el que estuvieron involucrados los niños del pueblo. Así rezaba la monición para el mismo:
“Sabemos que la sangre de los mártires es semilla de cristianos. Nos lo dice la fe y la historia de la Iglesia. El martirio de tantos mártires a lo largo de los tiempos, y el martirio de la hermana Gertrudis, pastorina, es semilla de cristianos. De la pila bautismal de la iglesia de Cerezales del Condado, hoy surge una palma que simboliza la Pascua, muerte y resurrección; y, también de la pila bautismal surgen unas semillas de trigo que el sacerdote pone en manos de los niños y ellos en las manos de cada uno de los presentes. Ellos son el futuro, en sus manos, semillas de fe, semillas de Evangelio”.
Al terminar, el pueblo nos invitó a un ágape, durante el cual seguimos creando lazos de familia y de fe.
Agradecimiento a todos, y en particular, a nuestra hermana Bernardita Díez y al párroco Ángel de la Varga por el empeño y entusiasmo para que este acontecimiento se haya hecho realidad.

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