El papel que las religiosas franciscanas y varias voluntarias realizaron en la Residencia de la Tercera Edad de Villalba, fue recordado y elogiado el pasado 29 de septiembre.
El patronato de la Fundación Hospital Asilo rindió homenaje a la Congregación de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, que estuvieron en el centro a lo largo de 80 años, y también a las voluntarias de Vilalba que les ayudaron en sus tareas de atención a los usuarios en las últimas décadas.
El acto, celebrado en el nuevo jardín de la residencia de mayores de Villalba, fue en realidad un agradecimiento que la sociedad vilalbesa rendía a la residencia y a quienes trabajaron para mantener la función de asistencia a personas necesitadas, como apuntó su alcalde, Agustín Baamonde.
Tras las intervenciones, que destacaron la función de las religiosas y de las voluntarias, cuya actividad glosaron el presidente del patronato de la fundación, Carlos Zoilo López Eimil, y el ex secretario Alejandro Novo, se procedió a la inauguración y bendición por parte del obispo de la Diócesis Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel de las Heras, de una escultura, obra de Valdi, en la que el artista quiso plasmar la acogida, el abrazo que hay
hacia la gente del pueblo y a los mayores.
La congregación estuvo representada por su Superiora Provincial, Inmaculada García Asorey, que se mostró muy agradecida por el homenaje, y entre otras hermanas estuvieron presentes Modesta Cendán y Veneranda González, las dos últimas religiosas que estuvieron en el asilo, hasta diciembre de 2017.
El acto fue amenizado por un grupo de cuerda de alumnos del Conservatorio de Villalba.
Fuente: “La Voz de Galicia” y “El Progreso”