ADVIENTO
El Adviento en un minuto
Adviento, tiempo de búsqueda
El término "Adviento" viene del latín "adventus", que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia,
El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
Se puede hablar de dos partes del Adviento:
Primera Parte
Desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;
Segunda Parte
Desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.
Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.
Más sobre el significado del ADVIENTO
PREGÓN DE ADVIENTO
Alzad la vista, restregaos los ojos,
otead el horizonte y daos cuenta del momento.
Abrid todos los sentidos, aguzad el oído.
Captad los gritos y susurros, el viento y la vida...
Empezamos Adviento,
y una vez más renace la esperanza en el horizonte.
Al fondo, clareando ya, la Navidad.
Una Navidad sosegada, íntima, pacífica,
fraternal, solidaria, encarnada;
también superficial, desgarrada, violenta...
mas siempre desposada con la esperanza.
Es Adviento esa niña esperanza
que todos llevamos, sin saber cómo, en las entrañas;
una llama temblorosa, imposible de apagar,
que atraviesa el espesor de los tiempos;
un camino de solidaridad bien recorrido;
la alegría contenida en cada trayecto;
unas huellas que no engañan;
una gestación llena de vida;
anuncio contenido de buena nueva;
una ternura que se desborda...
Lleno de esperanza grita Isaías:
"Caminemos a la luz del Señor".
Con esperanza pregona Juan Bautista:
"Convertíos, porque ya llega el reino de Dios".
Con sorpresa inaudita
acoge José a su hijo y Mesías.
Con la esperanza de todos los pobres
susurra María su palabra de acogida:
"Hágase en mí según tu palabra".
Alegraos, saltad de júbilo.
Poneos vuestro mejor traje.
Perfumaos con perfumes caros.
¡Que se note! Viene Dios..
Preparad el camino.
Ya llega nuestro Salvador.
¡Despertad a la vida!
Florentino Ulibarri