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Septiembre - Diciembre 2024

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FÁTIMA LÓPEZ BELLO (Anuncia)

Nuestra hermana Fátima López Bello de la Comunidad de Benavides de Órbigo, murió en la paz del Señor, a los 99 años y 74 de vida religiosa, el 8 de septiembre de 2024.

Nuestra hermana Fátima nació en Pradela, provincia de León.

Era hermana de otras dos religiosas, una ya fallecida y Gloria, que ha compartido vida con ella en la Comunidad en la que ha fallecido hoy.

Ingresó en el noviciado de Madrid en 1948 y aquí hizo su primera profesión y los votos Perpetuos.

El paso por las diversas comunidades, León-Colegio, Valderas, Villafranca, Carbajal y Benavides por dos veces, ha dejado una huella de bondad y entrega como puede demostrarse en la reseña que me han enviado.

Tenía encarnado el lema de nuestra Fundadora AMOR Y SACRIFICIO. En los años que vivió en Villafranca no solo estaba pendiente de las niñas de la Escuela Hogar para que no les faltase nada en la alimentación y en el aseo, sino que también acogía con amabilidad y cariño a las personas que por distintos motivos se acercaban a la Comunidad.

Cerrada la Comunidad de Villafranca, se incorporó a nuestra Comunidad de Carbajal, donde siguió viviendo con humildad y sencillez entre nosotras y el entorno, siempre atenta a las necesidades de las hermanas para que al llegar de nuestro trabajo estuviera todo preparado.

Era muy amante de la Virgen de Fátima y dedicaba muchos ratos a la oración y al rezo del Rosario y disfrutaba cuidando la naturaleza. Conocida y querida por las hermanas y todos los vecinos.

En el año 2012, requiriendo algunos cuidados, por deseo de ella, fue destinada a esta comunidad de mayores de Benavides donde era muy querida tanto por las hermanas como por las cuidadoras.

Hacía ya unos años que estaba en silla de ruedas y hablaba con dificultad, sin embargo era muy agradecida de cuanto se le hacía, siempre de su boca salía un gracias.

Su semblante siempre expresaba paz y serenidad.

Hoy, día de la Natividad de la Virgen, el Señor ha querido llevarla con El.

Su vida ha sido y es un claro testimonio y ejemplo de vida consagrada.

¡Fátima descasa en paz en compañía del Padre y María Divina Pastora!

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MARÍA DEL PILAR CONGÉ MATA

Nuestra hermana María del Pilar Congé Mata de la Comunidad de Mayores de León, murió en la paz del Señor, a los 93 años y 69 de vida religiosa, el 1 de octubre de 2024.

La vida de nuestra hermana María del Pilar comenzó en Valladolid y después de oír y seguir la llamada al seguimiento de Cristo en la Vida Religiosa, inició el noviciado en la Casa Madre, donde también profesó de votos temporales y perpetuos.

Su actividad apostólica fue muy variada, ya que ejerció como enfermera en centros sanitarios desde varias de las comunidades en las que estuvo destinada, pero también se dedicó a la educación, a trabajos domésticos, tanto en España como en Perú, donde permaneció por un periodo de 12 años.

Después de regresar a España en 1973, continuó con la misión anteriormente indicada, Residencias, Colegios, Seminario, siendo muchos los Centros en los que dejó su impronta y dedicación en la .entrega.

Desde la Comunidad de Mayores donde ha fallecido envían estos rasgos de su personalidad y actitudes:

Nuestra hermana Pilar ha gozado de una salud formidable hasta los 80 años. Pero a partir de ellos ha empezado a declinar y ella era consciente de ello.

Aceptaba su enfermedad pero sentía que su misión tocaba fin y pedía al Señor que la llevase a gozar con Él. Y así fue: murió con la paz de Dios cuando El la llamó a vivir ya sin penas ni sobresaltos.

Nos ha dejado una estela agradable de los muchos dones que el Señor le regaló: era habilidosa en todo y le gustaba implicarse. Se destacó por su gran responsabilidad en el trabajo y desde su espontaneidad nos sorprendía porque se fijaba en todos los detalles. No le pasaba nada desapercibido.

Hizo de su vida una permanente entrega en disponibilidad y servicio. Amaba mucho a la Divina Pastora y le gustaba celebrar las fiestas congregacionales.

Daba cuenta de todo y murió con toda la claridad de conocimiento. En desprendimiento, hizo su camino pascual, purificada.

Descanse en paz.

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MARÍA DEL PILAR MATEOS LAMANNA

Nuestra hermana María del Pilar Mateos Lamanna (María Inés)  de la Comunidad de Casa de Mayores Instituto Madre del Divino Pastor, Pilar (Argentina), murió en la paz del Señor, a los 96 años y 77 de vida religiosa, el 1 de noviembre de 2024.

Nuestra hermana nació en Lomas de Zamora (Buenos Aires). Con el permiso de sus padres, a los 16 años se puso en contacto con las religiosas españolas. Ella y una joven boliviana, María Josefa Fernández, que había salido de Bolivia con las hermanas que regresaron de este país a Argentina, fueron las primeras religiosas americanas de la Congregación con su primera profesión en el año 1947.
“A mí me fueron admirando las hermanas con las que trataba en un hospital. Mª Ana Mogas se hizo presente a través de las hermanas, que tenían un aire especial para mí, y quise ser de ellas, acompañarlas”.
Durante su etapa en España, imbuida con el carisma franciscano como vocación de fe, desarrolló la investigación sobre la vida de nuestra Fundadora. Esta investigación documental de testimonios, memorias de vida, “milagros” implicó un arduo recorrido por las casas de la Congregación, por archivos y bibliotecas privadas y públicas en España. Buscó donde hablaran de ella, donde la conocieran…
Después de 20 años de dedicación a esta investigación, gran parte de la misma fue reunida en el libro, reconocido por la Iglesia como la Positio, aporte fundamental para el proceso de beatificación-canonización.
En palabras de M. Pilar “La Positio” es la biografía, de ella y de todas sus actividades, los testimonios que hay de su presencia y labor”.
Nuestra hermana descubrió en el camino de María Ana “Que los santos pasan por nuestra vida sin hacer ruido. Son como un reflejo, se van haciendo presentes por lo que dejaron, por lo que sembraron (…) ella pasó dejando una estela, una manera de ser, un estilo y nosotras llevamos el estilo de una mujer fuerte, catalana, hermosa”.
Como hermana dedicada a la educación, fue primera Rectora del Instituto María Ana Mogas en Buenos Aires, era muy cercana y creativa, haciendo el aprendizaje más fácil; supo inculcar con sus palabras y con su vida, en las alumnas y en cualquier ámbito en el que se movía el amor y cariño por la Madre Fundadora. Nuestra hermana Pilar también ha dejado una estela que sigue muy viva entre las personas a las que quiso y fue muy querida por ellas. El agradecimiento a su persona y el amor a la Congregación sigue arraigado en toda ellas.
Es significativo que hoy día de todos los Santos, Dios la ha llamado a su presencia además del encuentro con Él, se habrá dado un gran abrazo con Nuestra Madre Fundadora a la que tanto quiso e imitó en su vida.

Descansa en paz

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FLORA FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ

Nuestra hermana Flora Fernández Rodríguez de la Comunidad de Orense, murió en la paz del Señor, a los 90 años y 69 de vida religiosa, el 6 de noviembre de 2024.

Nuestra hermana nació en Prado (Orense) Hizo el noviciado y primera Profesión en Tortoreos, pasando muy pronto a su primer destino, y la profesión Perpetua en la Casa Madre.
Flora ha querido responder a la llamada vocacional que el Señor le ha hecho, y después de un período de búsqueda intuye y decide su lugar en nuestra Congregación. Agradecemos su vocación de Hermana que ha desarrollado en diversos lugares (Piñor, Lugo, Ourense) y su disponibilidad a construir y tejer la vida fraterna en comunidad de hermanas, la misión y la experiencia de fe, sirviendo como animadora de la comunidad.
Se capacita profesionalmente como enfermera realizando los estudios pertinentes, y en ella concreta con sus mejores dones el cuidado, la atención, el sostén para ayudar a dar un sentido al dolor y al sufrimiento, expresando así su fidelidad y sintonía con el carisma de María Ana Mogas.
Siendo joven desarrolla su entrega entre los ancianos de Vilagarcía de Arousa y Santa Marta de Ortigueira. Son tiempos de grandes carencias, por lo que era necesario salir a pedir la solidaridad de los vecinos y de su entorno para atender y alimentar a los ancianos. Posteriormente es destinada y trabaja en el Sanatorio antituberculoso de Piñor y en las residencias sanitarias de Lugo y Ourense.
Cuando estallaban las primeras olas de enfermedad y muerte de muchos jóvenes infectados por el VIH, ella toma la iniciativa y se expone a su cuidado como María Ana nos indicaba “con extremos de caridad verdadera”
En todos los lugares, además de realizar su trabajo con gran profesionalidad, es inspiración para sus compañeros, a los que con gran libertad inquieta e invita a dar “algo más”, por eso promueve, organiza
y participa muy activamente en los grupos de Pastoral de la Salud.
Reconocemos y agradecemos en Flora un don especial, como una llama que suscita atención, que invita, inquieta, asocia y deja en libertad a los que se sientan llamados a comprometerse, tanto en el campo de la Salud, como en la asociación AMAM.
Estando ya en la comunidad de La Sainza (Ourense) como enviada de la comunidad, se siente interpelada y urgida por el carisma de María Ana y dando respuesta a la llamada de la Iglesia y de la Congregación, se atreve a invitar personalmente, un vez más, a laicos cuestionados por la vida de María Ana a los que acompaña en sus procesos personales y grupales. Así surgen los grupos AMAM, viviendo su ser creyente en nuestra familia carismática, en medio del mundo.
Acompañada de las hermanas de la comunidad, su vida es testimonial para los vecinos. Se muestra cercana y disponible ante cualquier necesidad sobre todo en sus enfermedades. Vive mucho la inserción en la parroquia y colabora en todo cuanto es solicitada.
Este talante de apertura, de casa abierta, es notorio sobre todo con AMAM, con los grupos parroquiales, con familiares enfermos de las hermanas de otros lugares, con religiosas de clausura… cuando se necesita un espacio acogedor, afectivo y humano en situaciones difíciles… allí hay hermanas que acogen.

Descansa en paz.

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LAURA VÁZQUEZ LÓPEZ

Nuestra hermana Laura Vázquez López de la Comunidad de Orense, murió en la paz del Señor, a los 78 años y 60 de vida religiosa, el 18 de noviembre de 2024.

Laura nació en Puebla de Brollón (Lugo). Respondiendo a la llamada del Señor, realiza el noviciado y primera profesión en León. Ya en Madrid emite sus votos perpetuos.
Estudia enfermería en León y a este servicio dedica su vida en distintos lugares, Centros y Hospitales: de San Francisco y San Juan de Dios (León), San Juan de Dios (Palencia). Es esta vocación la que le hace sensible al dolor de la gente especialmente en situación de exclusión, como es el caso de enfermos mentales en el psiquiátrico de Palencia, siendo para ellos expresión de cercanía, servicio y cariño. Le gustaba recordar y hablaba con entusiasmo sobre su vocación de enfermera y de su dedicación a estos enfermos.
Es aquí, Palencia, donde se jubila pasando a la comunidad de El Barco de Valdeorras, donde durante algún tiempo conjuga su vida fraterna con tiempos dedicados a la atención y cuidado de sus padres y hermano.
Colabora en algún momento en la portería del Colegio siendo muy querida por los alumnos, familias y personal del Centro.
Fue probada los últimos años en el sufrimiento, viéndose cada día más limitada a causa de la enfermedad; motivo por el que hace apenas unos meses, es destinada a la Comunidad de mayores de Orense.
Hoy, queremos poner en labios de Laura un himno que frecuentemente orábamos en comunidad:

 

“Permíteme morir, morir para vivir,
sabiendo que estaré entre tus brazos, Señor,
por siempre, gozando de tu paz.
Así quiero morir, morir para seguir viviendo”.


Damos gracias al Señor por el don de su vida. Le damos gracias porque Laura ya goza de luz, porque Él, Buen Pastor la ha cargado sobre sus hombros y le ha dado a gustar su amor infinito.
Juntas rezamos: “Dale el descanso, Señor”

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FELISA PISABARRO CADENAS

Nuestra hermana Felisa Pisabarro Cadenas de la Comunidad de Mayores de León, murió en la paz del Señor, a los 88 años y 67 de vida religiosa, el 19 de noviembre de 2024.

Nuestra hermana Felisa, nació en Villaquejida de la Vega, León. Las etapas de formación, profesión temporal y perpetua las hizo en la Casa Madre.

En los diferentes destinos, (Becedas, Arenas de S. Pedro, Benavides, y León – Casa de Mayores, en algunas dos veces), su misión la desarrolló como educadora, que supo compaginar con servicios de Superiora Local, Vicaria, Pastoral parroquial y ya jubilada colaboración en la ayuda a hermanas mayores.

Nuestra hermana, fue una mujer que consagró su existencia a Dios como su única esperanza. Encarnaba la paz y la transmitía. Era afable y bondadosa y a su lado nos sentíamos reconfortados. Supo conjugar tanto el amor a la comunidad y al carisma como a la familia a la que quería entrañablemente.

Como seguidora del Crucificado, supo en su alma y en su cuerpo, saborear el cáliz de la prueba y del sufrimiento, pues apenas hace 20 días que supimos que una metástasis invadía su cuerpo y que estaba marcada por una muerte ya anunciada y asumida. Pues antes que la ciencia hablase, ya se había entregado al Señor Resucitado.

Hizo suya esta plegaria:

Señor y Dios mío, en ti creo, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Mi única esperanza. Escúchame para que no sucumba al desaliento y deje de buscarte; sino que ansíe siempre, tu rostro con ardor. Dame fuerzas para la búsqueda, Tú, que hiciste que te encontrara y me has dado esperanzas de un conocimiento más perfecto. Ante ti, está mi firmeza v mi debilidad: sana ésta, conserva aquélla. Ante ti, está mi ciencia y mi ignorancia: si me abres, recibe al que entra; si me cierras el postigo, abre al que llama. Haz que me acuerde de ti, te comprenda y te ame. Acrecienta en mí estos dones hasta mi reforma completa. Amén. Ya estoy preparada para presentarme ante ti.

Agradecemos al Señor su vida entregada en una continua donación y servicio. Felisa ya conoce las fuentes de la verdadera agua que saltan hasta la vida eterna.

Y en compañía de María Divina Pastora, que la ha conducido al Buen Pastor a gustar de los pastos de los que pregustaba en cada eucaristía. Así quiso vivir y morir entre sus brazos.

Descansa en paz.

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RAMONA SOBRINO AFONSO 

Nuestra hermana Ramona (Carmen) Sobrino Afonso de la Comunidad de Orense, murió en la paz del Señor, a los 88 años y 71 de vida religiosa, el 21 de noviembre de 2024.

Carmen Sobrino Afonso, (Ramona), nació en Videferre, (Orense-España) en una familia muy creyente. En su infancia quedó huérfana de padre, experiencia que marcó su infancia y toda su vida, pero que las hermanas que han convivido con ella, expresan su gratitud por el don que ha sido para todas ellas.

Su vida en la Congregación comenzó con su profesión temporal, en 1953 en Tortoreos, donde había hecho el noviciado y después profesó de votos perpetuos.

Su vida de misión, pasando por diversos colegios de Galicia, (Rivadavia, Villagarcía, Vigo, Orense) fue esencialmente la educación. En general desempeñó prolongadamente la tarea de secretaria y administración, siendo confidente de muchas personas, de sus preocupaciones y alegrías, contribuyendo siempre a la búsqueda de soluciones, sabiendo estar en su lugar con gran profesionalidad y como Franciscana.

Además de lo dicho, expresado por las hermanas, también destacan:

o Su apoyo, cariño y preocupación por la familia, por las niñas internas a las que hacía sentirse queridas y cuidadas en tiempos difíciles, a la vez que las preparaba integralmente.

o Ha sido animadora comunitaria durante muchos años y destacaba por su acogida, su capacidad de escucha y atención a quienes se le acercaban, hermanas, niños-as, profesores, con serenidad, respeto a las diferencias y mujer de paz. Contribuía a relativizar tensiones, creaba un buen ambiente relacional, con humor socarrón contaba el chiste oportuno para que la despedida diaria fuese más alegre.

o Poseía el don de la cercanía del tú a tú con los vecinos, con los que a veces no cuentan…y con liberad. Generosa con los que lo necesitaban y confiada, aún a costa de no ser comprendida del todo.

o Tenía conciencia de sus compromisos como religiosa y como hermana, así lo expresaba en estos últimos días cuando su mente se nublaba.

o Quería ser obediente y mostrarse disponible y colaboradora en cuanto se le encomendó.

La Comunidad de Ourense está conmocionada por la pérdida de tres hermanas en un corto espacio de tiempo. Hoy, de nuevo, nos visita la “hermana muerte” y la vida de se nos convierte en palabra que habla de esencialidad.

Cuando comenzaba el día, llega puntual para compartir la oración de Laudes y el desayuno, sorpresivamente Ramona es llamada por el Padre a la Paz y al Amor eterno.

Confiamos a María, Divina Pastora, a nuestra hermana Ramona y su felicidad eterna.

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SALADINA VILLARAVID DIÉGUEZ

Nuestra hermana Saladina Villaravid Diéguez de la Comunidad de Santiago de Compostela, murió en la paz del Señor, a los 76 años y 52 de vida religiosa, el 26 de noviembre de 2024.

Con un corazón agradecido, damos gracias a Dios por el don que ha sido Saladina para todas nosotras y para tantas personas, de todas las edades y condiciones, que se cruzaron en su camino.

Nació en Villós, una aldea de la provincia de Lugo, el 9 de septiembre del año 1948. Su despertar a la vida, tuvo lugar en una familia cristiana en la que fue creciendo en años y en la fe de sus padres. Fue alumna de nuestro colegio de Lugo y aquí fue descubriendo que Dios la llamaba al seguimiento de Jesús en la vida consagrada. Después de un tiempo de búsqueda y discernimiento y a pesar de las dificultades encontradas, dijo Sí al Señor en nuestra congregación de Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. Francisco y María Ana, fueron para ella referentes en su caminar como mujer y hermana franciscana, en su opción por lo pequeño, por lo sencillo, por lo que no aparece.
Comenzó su formación inicial en Santiago pasando más tarde al noviciado de Madrid en donde hizo la primera profesión. El 30 de julio de 1978, Saladina y Lorenza (DEP), hicieron su profesión perpetua en la capilla de la comunidad de Santiago, entonces Casa Provincial.
Hoy damos gracias a Dios por Saladina, por su vida entregada con amor en los diversos lugares de misión a dónde fue enviada: Santiago, Vigo, Muimenta, Hogar de niños en Madrid y San Román de Lousada. Ejerció su profesión de educadora en el colegio Mariano de Vigo y en varias Escuelas públicas de la zona de Samos. Fue muy querida tanto por los niños como por los compañeros y familias. Agradecemos también por su disponibilidad, por su capacidad de acogida y de escucha, por su sencillez y generosidad, por su amor y su ternura, derramada con todos y de una manera especial con los niños, con los pobres. Saladina quiso ser hermana de todas y de todos, por ello trataba de facilitar el diálogo, el encuentro, la relación fraterna y amiga. Era una mujer alegre y de paz.
Como hermana superiora animó la vida y misión de las hermanas en algunas comunidades, normalmente pequeñas. Se sentía responsable de esta misión y creo que la vivía con sentido de obediencia, aunque le costara y fuera a veces, un sacrificio para ella.
Me atrevo a afirmar que su verdadera vocación era el mundo rural. Se sintió feliz primero en Muimenta, a pesar de la falta de condiciones de la casa-vivienda comunitaria. Después en San Román de Lousada. Acogió, con otras hermanas, el proyecto de la Fundación “O noso Lar”, que ofrecía un servicio pastoral integral a toda la zona de Samos. Una casa abierta a niños, adolescentes, jóvenes, mayores…con actividades para todos. Desplazamientos de las hermanas para visitar a los enfermos y personas solas en sus casas, celebraciones de la Palabra en las Iglesias, reuniones del Equipo…Mucha vida y misión compartidas, mucha entrega a la gente con generosidad y alegría, con Amor y Sacrificio.
Al final de la vida nos examinarán de amor. Tú, Saladina, en el encuentro con nuestro Padre Dios, ya has escuchado las palabras de Jesús: “Venid, benditos de mi Padre, a recibir el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo, porque tuve hambre, sed, estuve enfermo y en la cárcel, y me socorristeis…” (Mt 25, 34 y ss.)
Descansa en paz, Saladina, HERMANA.

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TERESA DÍAZ DÍAZ

Nuestra hermana Teresa Díaz Díaz (Isolina) de la Comunidad de Santiago de Compostela, murió en la paz del Señor, a los 97 años y 76 de vida religiosa, el 30 de diciembre de 2024.

Damos gracias a Dios por la vida de nuestra hermana Teresa que hoy, día 30, a las 15,00 horas, se entregaba totalmente al Dios de la vida que la acogió en sus brazos misericordiosos.
Teresa, abría sus ojos a la luz el 26 de junio de 1927, en Monforte de Lemos (Lugo). Nació en un hogar cristiano y fue creciendo humana y cristianamente en la fe recibida de sus padres, participando a la edad correspondiente, en la catequesis de la parroquia, en la que recibió los sacramentos de iniciación cristiana.
En el ámbito familiar, en el que surgieron otras vocaciones, nació también la suya a la vida religiosa, al sentir que Dios la llamaba al seguimiento de Jesús. Como sus hermanas mayores, Amable y Concepción, ingresó en nuestra Congregación, consagrándose al Señor como Franciscana Misionera de la Madre del Divino Pastor.
La vida de nuestra hermana, transcurrió casi toda ella en la misión sanitaria, un fin específico de nuestra Congregación. Estuvo destinada en varias comunidades de Portugal: Abrantes, Portalegre, Braganza, Proença a Nova… entregando su vida a los enfermos y ancianos, en hospitales y en las Casas de la Misericordia, desde el año 1952 hasta el 1993. Es entonces cuando se incorpora a la provincia de Galicia, a la comunidad de la Residencia de ancianos de Ribadavia y posteriormente, a la Sainza.
Llevó a cabo su tarea con delicadeza y amabilidad, con entrega a los hermanos y hermanas que Dios puso en su camino, intentando vivir y practicar la caridad verdadera, como hija de María Ana, nuestra fundadora. Siempre delicada y acogedora con todos, y también en la comunidad. Me decía una hermana que la conoció, que en Portugal, se la sigue recordando con mucho cariño.
En el año 2018, ya enferma, se incorporó, desde la comunidad del Barco de Valdeorras, a la comunidad de la casa de Mayores de Santiago, en donde hoy falleció. Teresa, despertó mucha ternura a su alrededor, tanto en las hermanas como en las trabajadoras. Siempre había en su rostro una sonrisa para regalar, simpatía y amabilidad para acoger. A pesar de que su lugar era, desde hace bastante tiempo, una silla de ruedas, mantenía una actividad constante, atenta a la vida que transcurría por la sala de la enfermería. Se la veía Viva.
Descansa en paz, Hermana Teresa

 

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