

FMMDP en Red
Enero - Abril 2023

Descargar OFICIO
ISABEL PRIMO FERNÁNDEZ
Nuestra hermana Isabel Primo Fernández de la Comunidad de Lérida, murió en la paz del Señor, a los 97 años y 80 de vida religiosa, el 21 de enero de 2023.
Nuestra hermana Isabel nació e Meda, provincia de Orense, en España.
Muy joven, llegó a Madrid para iniciar el noviciado. La Casa Madre fue también el lugar de su primera profesión y de los votos perpetuos.
Toda su actividad apostólica estuvo dedicada a la Educación con alumnos de diferentes edades. En las comunidades y colegios de Sepúlveda, Emilio Ortuño y San José de Vallecas, Toledo y Santander, dejó su impronta y dedicación. Era muy organizada en la preparación de las clases y disciplina de las alumnas, mantenía buena relación con ellas, los padres y profesores.
Hermana con interés por la preparación de la liturgia de las horas y de la eucaristía en comunidad, aportaba su visión en los actos comunitarios. Le gustaba mucho la lectura y formación personal. Asistió al curso de Renovación que proporcionaba la Congregación en el año 1983. Participaba en las parroquias formando parte de algunos grupos en los que creía que podía ser valiosa, siendo cercana a las familias con las que establecía contacto.
Era muy amante de la familia, pero muy reservada tanto en lo que se refería a la misma, como a su persona; la visitaban con frecuencia, según su lugar de destino.
De salud delicada, tenía una visión particular de médicos, enfermeras y medicinas, su deseo de siempre era la autonomía personal, esto que en principio es positivo, cuando la enfermedad fue agravándose hacía difícil su cuidado y ayuda, pero decía decía “hasta que llegue y hasta que Dios quiera”. Y así ha sido, después de estar en Lérida desde marzo del 2019, ayer falleció con paz y serenidad en la Comunidad.
Descanse en paz.

Descargar OFICIO
CARMEN REDEL MORENO
Nuestra hermana Carmen Redel Moreno de la Comunidad de la Casa Madre, murió en la paz del Señor, a los 88 años y 66 de vida religiosa, el 22 de enero de 2023.
Carmen Redel nació en Córdoba (España) inicio su seguimiento en respuesta a la llamada del Señor en el noviciado de Madrid, y aquí hizo sus votos temporales y profesión perpetua en 1961.
Su primer destino fue a San Felices de Buelna y en los dos años que permaneció en la comunidad su actividad fue la dedicación a la enseñanza y trato afable con los vecinos.
Varios colegios y comunidades de Pastoral rural- parroquial son todavía un referente de su dedicación como educadora en España, Córdoba, La Carlota, Goiri, Valderas, Villa del Río. Pero en el año 1999 dio el paso a la misión en Venezuela: Wonken, donde trabajó como Coordinadora de los talleres de la Asociación Promoción y Educación Popular, los de Hogar y Carpintería y en Pastoral de los caseríos; casa noviciado, Ciudad Piar, hasta 2005 en que regresó a España.
Son muchos los testimonios que están llegando de personas de Venezuela, algunos del grupo AMAM, profesores, en los que la recuerdan con cariño, a ella acudían para compartir alegrías y tristezas, por su actitud de escucha, cercanía y comprensión.
Las hermanas de España, también escriben que era mujer de oración, amaba a la Divina Pastora y Madre Fundadora, trabajadora abierta alegre, sincera; durante el tiempo que estuvo cuidando a su madre, procuraba asistir a los actos comunitarios, disponible dentro y fuera de las comunidades, visitaba a enfermos y vecinos, les llevaba la comunión y compartía su tiempo con ellos. Aún siguen preguntando por ella.
La enfermedad fue haciendo huella en su vida y aunque de carácter fuerte, también el dolor y el sufrimiento la iba cambiando por dentro, cuando llegó a la Casa Madre en el 2019, siguió ese proceso de purificación, se fue desprendiendo de cosas externas, innecesarias, y llegó a desprenderse de sí misma, poniendo toda su confianza en el Dios Amor.
Los últimos días, en el hospital aún con mucho sufrimiento decía, es el final, pero estoy en las manos de Dios, cuando quiera, estoy dispuesta.
Hoy han celebrado una eucaristía por ella en la comunidad de la Casa Madre y me decía una hermana repitiendo una frase del salmo aplicándolo a Carmen “estoy piando como una golondrina, gimo como una paloma”.
Que goce ya de la PAZ que Dios da a quienes ama y se sienten amados por Él. Gracias por tu vida, Carmen.

Descargar OFICIO
MARÍA RODRÍGUEZ LOMBÓ
Nuestra hermana María Rodríguez Lombó de la Comunidad de Agua Marina (Perú), murió en la paz del Señor, a los 91 años y 73 de vida religiosa, el 16 de marzo de 2023.
Nuestra hermana María Rodríguez, nació en Espinosa de la Ribera, León (España) en el año 1931, hija de padres cristianos, creció en un ambiente de paz y armonía, ayudándola a dar como su hermana Amelia, de la comunidad de Mayores de León, una respuesta afirmativa a la llamada del Señor.
Inició su vida religiosa en Madrid, donde hizo el noviciado y la profesión temporal en 1949, desde muy joven sintió la vocación misionera y, con un grupo de 6 hermanas, viajaron rumbo a Perú, para abrir en el Callao, la primera casa de la congregación en este país.
En la capilla del hospital Carrión hizo su profesión perpetua en un ambiente de fraternidad con las hermanas, cuerpo médico, enfermeras y personal subalterno en 1954.
Antes de viajar a Perú, estuvo en al colegio de Llanes y la clínica de Badalona, y en los 74 años de estadía en Perú, tres son los lugares donde ha trabajado, Hospital Carrión y Agua Marina en el Callao y Santa Isabel de Hungría en Lima, por eso ella se sentía “Chalaca de Corazón”.
Mujer de carácter fuerte y muy responsable supo llevar la dirección de la cocina del hospital con un grupo de cocineros mucho mayores que ella pero que la respetaban, la querían y ayudaban en todo. También tuvo a su cargo la ropería y en todo momento aún, en circunstancias económicas difíciles, supo estar atenta para que a los enfermos no les faltara ropa limpia.
Después de su jubilación, siguió viviendo el lema “Amor y Sacrificio”, en el silencio de cada gesto, detalle y servicio en bien de las hermanas y de las personas con las que se relacionaba al llevar la comunión a los enfermos y acompañando a un grupo de señoras de escasos recursos económicos que asisten a un club de madres organizado por la Beneficencia del Callao.
Aunque tenía un semblante serio y era poco habladora, llevaba mucha ternura y sensibilidad en su interior; sabía escuchar con atención y dar sencillos y sabios consejos.
Amante de la virgen Divina Pastora y de nuestra madre fundadora, las daba a conocer en su apostolado, tanto cuando trabajaba en el hospital como después de su jubilación. Hermana de oración y muy observante, nunca faltó a los actos comunitarios.
Hoy damos la despedida a la última hermana de las seis primeras que vinieron a evangelizar y trabajar en esta porción del Perú.
María te recordaremos siempre, descansa en la paz del Señor.