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Enero - Abril 2013

LORENZA DE VEGA BERNARDO

El día 8 de enero falleció nuestra hermana LORENZA DE VEGA BERNARDO, Vicaria General de nuestro Instituto, a los 59 años de edad y 40 de vida religiosa.

Desde el corazón nos brota una oración agradecida por su vida hecha amor concreto, creativo y detallista a los pobres, a los niños y jóvenes, a los que en distintos momentos se ha entregado, en Lugo, Carballiño, Santiago, Madrid. En estos últimos años, a toda la Congregación en los distintos servicios que se le han solicitado.

Reconocemos en su trayectoria vital, una respuesta fiel al Dios del amor, en el que cada día ha ido creciendo, sabiéndose amada, siendo testigo de esta experiencia para cuantos la hemos conocido.

EUGENIA GONZÁLEZ MONTERO

Nuestra hermana EUGENIA GONZÁLEZ MONTERO de la comunidad de El Marqués-Colegio, Caracas, Provincia de Venezuela, murió en la paz del Señor a los 89 años de edad y 62 de vida religiosa, el día 15 de enero de 2013.

De las hermanas que más la conocen recogemos este testimonio de su vida:

“De Eugenia se puede afirmar que gozaba de la aceptación y cariño de todas las demás hermanas en su coherencia por la vivencia del voto de pobreza y la intuición futurista de una excelente organización administrativa (en todas las obras por donde estuvo destinada).
Hermana entre las hermanas se la consideraba con gran sentido de justicia social en su solidaridad por el más necesitado con la que compartía la vida y misión.
Gozaba de mucha estima y cariño por su sabiduría y el buen atino en los consejos que proporcionaba a las hermanas cuando SOLICITABAN su apoyo y acompañamiento.
En el último tramo de su vida se ve acompaña por sus hermanas de comunidad (Isabel, Aurora Consuelo, Fardy) quienes con gran acierto y cariñosa paciencia le ayudan a preparar el viaje para el Pleno encuentro con el Señor.
Que Dios bendiga su vida entregada y gastada sin reservas”.

PILAR DEL OLMO LETE

Nuestra hermana PILAR DEL OLMO LETE de la comunidad de la Casa Madre, Madrid, murió en la paz del Señor a los 84 años de edad y 54 de vida religiosa, el día 25 de enero de 2013.

Tuvo que aceptar una prolongada enfermedad que la fue debilitando lentamente.

Nos deja el testimonio de su entrega responsable en los servicios que le confió la Congregación, especialmente en Roma y Argentina. En los años del postconcilio supo vislumbrar el “tiempo nuevo” de la Iglesia y motivó a las hermanas en el discernimiento del momento.

Expresaba su sentido misionero y se la recuerda, cuando la salud se lo permitía, prestando diversos pequeños servicios en la comunidad y por su amabilidad y delicadeza en el trato.

Damos gracias por el don de su vida y pedimos que María, Ntra. Sra. del Pilar, a quien tanta devoción tenía, se la presente al Padre por medio de su Hijo Jesús, Resucitado.

Acompañamos con nuestra oración fraterna a las hermanas de la Casa Madre, que la cuidaron con el mismo cariño y el mismo Amor que María Ana, nuestra Fundadora.

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