Profesión temporal de Ana Karina Veliz
- comunicafmmdp
- 13 ene 2019
- 3 Min. de lectura

El domingo 13 de enero fue un día muy especial sin duda alguna, la celebración del nacimiento de nuestra Madre Fundadora se entrelazó con la celebración de mi profesión temporal, de mi SI al Señor, un sí a consagrar mi vida y entregarla a Él y a mis hermanos.
No termina nada, al contrario comienza mi camino dentro del Instituto, y lo comienzo con la certeza de sentirme acompañada en todo momento por el Buen Pastor que guía mis pasos, por Francisco y María Ana y por todos los que formamos parte de la Familia carismática de nuestro Instituto.
Gracias a todos los que estuvisteis presentes ese día, a los que lo hicisteis desde la oración y la compañía de corazón aun en la distancia. Mi corazón rebosa de alegría y gratitud.
“Jesús no pide grandes hazañas, sino solamente abandono y gratitud”
El abandono me lo ha ido revelando Dios en mi camino y la gratitud es la que desborda hoy mi corazón. ¿Cómo no agradecer a Dios todo lo que ha hecho por mí? Me ha sostenido con misericordia, ha ordenado mi vida, esa vida que tenía todo y a la vez nada, El se ha encargado de darle sentido y ayudarme a soltar, caminar y valorar todo lo que tengo. Todo lo ha hecho con un amor que no puedo explicar con palabras; me ha hecho sentir amada, amarme a mí misma y amar a los demás.
Gracias a Él pude crecer en una familia muy especial, que tengo muy grabada en mi corazón; me han enseñado el gran valor que tiene esa palabra: FAMILIA, a valorar a los amigos, me han apoyado, me han visto crecer y hasta fallar, pero siempre han permanecido y aunque no estén aquí presentes sé que están conmigo de corazón. Gracias Señor por tener unos padres extraordinarios.
También Dios me ha permitido conocer personas que han caminado conmigo, me han brindado amistad, tiempo y sobre todo han sido ejemplos para mi vida. Dios conoce sus nombres y sus corazones.
Dios ha sido tan bueno que hasta me llamó, o mejor dicho, encendió en mí el deseo de entregar mi vida de una manera concreta y diferente, el deseo de amarle por sobre todas las cosas y de sentirme invitada a formar parte de su gran proyecto. Todo esto lo pude comenzar en la Congregación. Mi corazón se llena de gratitud por estos cinco años que he ido caminando en el Instituto. Le doy gracias a Dios por cada hermana que forma parte de él, que aunque no las conozca a todas, estamos unidas siempre por El. Vuestro apoyo y donación es ejemplo para mí.
Estos años de noviciado han estado llenos de experiencias que me han marcado, que me han hecho crecer y aumentar mi deseo de seguir adelante; experiencias como las vividas en la Escuela Regina Apostolorum, donde conocí personas valiosas con quienes compartir y me ayudaron a vivir este tiempo con alegría y me formaron, a mis compañeros de clase, gracias por enriquecer mi vida. También tantos cursos, talleres, voluntariado, bueno en fin, experiencias que han fortalecido mi espíritu y me han animado a dar lo mejor. Pero cada cosa vivida no hubiese sido lo mismo sin la comunidad que me acompañó desde el principio, esa comunidad que me ha visto crecer día a día durante este tiempo. Le doy gracias a Dios por las compañeras que estuvieron conmigo y han profesado, sois también un ejemplo para mí. Gracias por mis compañeras que quedan ahora en la comunidad de noviciado: Scarlet, Teresa y Joana ¡Animo! Espero que lo viváis todo desde la alegría y el amor; no dejéis nunca de sonreír.
A las hermanas que dan vida a la comunidad y que con su ejemplo inspiran a dar lo mejor: GRACIAS de corazón. Juanita, Ramona, Iraida, muchas gracias por vuestra entrega, paciencia, consejos y cariño. Y gratitud es eso que siento hacia las dos hermanas que acompañaron muy de cerca mi camino: María y Jose, qué paciencia habéis tenido, sois un ejemplo para mí que llevaré por siempre en mi corazón; me habéis ayudado, escuchado, guiado, estoy muy agradecida por vuestra entrega generosa. Muchas gracias a todas, que Dios os multiplique todo lo que entregáis.
Gracias Señor por todos los que han dado vida a mi vida y han hecho posible este día. A Manolo por celebrar y gracias por acompañarme este tiempo y especialmente hoy; a los que habéis animado la celebración con el canto, muchísimas gracias. Y gracias a los que habéis venido a acompañarme en este día especial y a los que oraron por mí. Cuento con vuestra oración, contad vosotros con la mía. Sed felices.
Ana Karina Veliz Meza
Comentarios